martes, 24 de septiembre de 2013

Running no es atletismo



Dicho así suena muy tajante. Pero es como lo pienso y como lo piensan algunos entrenadores con los que he podido hablar. El pujante fenómeno del running, que está ahora tan en boga, no es el mismo deporte que el atletismo. Y dentro del propio running también hay varios niveles.

Desde mi punto de vista, el atletismo se basa en una serie de pruebas tanto de velocidad, saltos y lanzamientos que ha sido perfeccionado a través de los años y, cuya actividad está perfectamente homologada en pruebas concretas y con unas marcas homogéneas internacionalmente.

El running se basa más en el puro ejercicio por sentirte bien, estar en forma y disfrutar corriendo sin un objetivo puramente competitivo. El running lo puede entrenar uno anárquicamente, el atletismo también pero es muy difícil que alguien que entrene por su cuenta pruebas de pista consiga buenos resultados.

Running es lo que siempre se ha denominado como "salir a correr". Lo que pasa que es más cool denominarlo running porque te entienden en todo el mundo, es una palabra 'estrella' y básicamente se ha puesto de moda. Antes también se denominaba a esta actividad footing. Footing es una palabra muy muy curiosa. No se os ocurra mencionarla en un examen oficial de la Escuela de Idiomas porque os ponen un cero directo. Footing no existe en inglés. Es un invento español basado en un origen incierto. Los ingleses cuando quieren decir, "salir a trotar", dicen jogging, pero nunca footing.

Dicho esto, el runner que quiera ser atleta tendría que dedicar mucho tiempo y entrenamientos específicos para lograrlo. No basta con salir a correr. Hay que hacer series, ejercicios de fuerza, ejercicios de intervalos, no descuidar los estiramientos... E intentar acercarse a registros que te permitan competir aunque sea a nivel de tu provincia o comunidad.

¿Es un atleta alguien que corre a más de 4 minutos el kilómetro? Definitivamente no. Igual sí, pero el peor atleta del mundo. Eso sí, esa persona puede ser un gran runner y estar situado en el 25% delantero en la clasificación de un cross popular.

El único punto en común entre el atletismo y el running puede ser la prueba de la maratón. Hasta el 10.000, todas las pruebas son en pista. Pero en los 42 kilómetros se sale ya a la calle a rodar. Ni siquiera la media maratón se considera una prueba oficial (al menos, de cara a unos Juegos Olímpicos).

Dicho esto, tengo que decir que soy un antiguo atleta y un orgulloso runner. Y que invito a todo el mundo a que se sume al deporte de moda, que te aporta una gran satisfacción personal y la sensación de ser libre. ¡Nos vemos en las calles!

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