jueves, 25 de octubre de 2012

El Ser Creativo Express, una invitación al optimismo

"¿Por qué ser mediocre o bueno cuando todos podemos ser excepcionales?", es la pregunta que lanzaba ayer al auditorio el doctor Mario Alonso Puig en el evento El Ser Creativo Express en Pamplona, una versión reducida de El Congreso de Mentes Brillantes, que tendrá lugar los días 6 y 7 de noviembre.

Cuando te encuentras en situación de desempleo, como es mi caso, o cuando en tu empresa ya sientes el hacha del verdugo rozando tu sien, como es el caso del 40% de la plantilla de Gamesa, por poner un ejemplo cercano; toda motivación es bien recibida. Toda invitación a la acción y al destierro del sofá como forma de vida no hay que desaprovecharla por nada en el mundo. Por eso agradezco la invitación que me entregó un muy buen amigo que sé que no le gusta que le mencionen mucho, por eso lo dejo en el anonimato.

Tengo que reconocer que sin esa invitación no habría acudido al evento, ya que el precio de las entradas -de 40, 60 y 130 euros, en el caso de que la adquirieses el mismo día del acto- era desorbitado. Y más cuando está apoyado y subvencionado por el Plan Moderna, el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra. Pero es ese un tema de otro debate.



A mí la jornada de ayer me aportó una dosis de optimismo, un chute de 'drogaína' positiva como cómicamente me gusta decir. Me impresionó el empuje y la determinación de Catalina Hoffmann, una emprendedora que, con menos de 30 años, ya había creado una red de Centros de Día para personas mayores. Con su ponencia, recordé la frase de Victor Frankl: "Quien tiene un porqué, podrá con cualquier cómo". Me quedó clarísimo con su exposición que uno tiene que encontrar el porqué de su vida, su pasión, aquello por lo que mataría o aquello a lo que nunca renunciaría.

En mi caso, he renunciado muchas veces a escribir. Es algo que creo que se me da bien (y me ha dado de comer algunos años) y que ahora no estoy haciendo. Veo casos de escritores jóvenes que tienen ese porqué, que luchan por sus textos y me pregunto: ¿Por qué no estoy haciendo lo mismo? Si me gusta y se me da bien.

También me llamó la atención la seguridad en sí mismo de Ignacio Pérez Dolset, el creador del juego súper ventas Commandos, Co-Presidente del Grupo Zed y Presidente Ejecutivo de Ilion Animation Studios, Pyro Studios y U-tad. Es una persona que tiene claro lo que quiere hacer en la vida, tiene unas convicciones muy fuertes y lo acaba logrando. Con su ponencia interioricé que todo emprendedor, o persona que quiere tener éxito en la vida, tiene que tener una gran seguridad en sí mismo. Es fundamental.

De Carl Honoré no puedo hablar tan bien, no porque no me cayera simpático y valorara su excelente manejo del español aún siendo extranjero (canadiense nacido en Escocia), sino porque había creado una tendencia y un movimiento, pero no había construido algo físico y tangible como en los casos de Catalina Hoffmann e Ignacio Pérez. El movimiento slow está bien, te invita a reflexionar sobre tus hábitos, pero poco más. Y con esto también digo que admiro que se haya ganado la vida vendiendo libros en los que habla sobre este tema. Yo también lo haría si diese con una idea nueva. Pero me motivaron mucho más las charlas de los dos anteriores.

Y no me aportaron mucho Josep Amorós, director de la academia Wayra, la aceleradora de empresas de nuevas tecnologías impulsada por Telefónica y Jordi Robert-Ribes, que tienen una gran valía personal y profesional, pero no me llegaron mucho.

En resumen, un valioso acto pero demasiado caro para los que no contaban con invitación directa o con entrada pagada por su centro de trabajo. Me sirvió para no venirme abajo en estos momentos de paro y crisis, que ya es bastante.